El proyecto de remodelación del reconocido hotel en Puerto Santa Ana se enfocó en crear un diseño de interiorismo que reforzara la identidad de la marca, con el objetivo de atraer más consumidores. La necesidad del cliente era que los espacios reflejaran los colores y el estilo de vida asociados con la marca del hotel. Se trabajó principalmente en las áreas de comida y las habitaciones, que son los lugares donde los huéspedes pasan la mayor parte de su tiempo. La iluminación fue un factor clave, diseñada para dar una sensación de lujo y confort durante la estancia. El diseño integró elementos representativos de la ciudad, conectando la identidad local con la experiencia del huésped, al tiempo que proporcionaba vistas espectaculares del río Guayas desde las habitaciones. La remodelación de las habitaciones fue uno de los mayores retos del proyecto, ya que el hotel no podía interrumpir sus operaciones y los trabajos de construcción debían realizarse sin afectar a los huéspedes. A pesar de este desafío, se logró un ambiente acogedor y relajante en las habitaciones, que invitan al descanso y a disfrutar de momentos de tranquilidad con vistas al entorno natural.