Me siento feliz de ser uno de los primeros en formar parte del Consejo Br y de ver el progreso de la revista. Siento que toda mi carrera ha sido una preparación continua para esta obra maestra del Club de la Unión de Guayaquil en Samborondón. Cada experiencia y cada proyecto han aportado algo invaluable a este momento.

Estoy encantado de llevar a cabo la construcción del Club de la Unión de Guayaquil en Samborondón. Este proyecto ha sido una experiencia verdaderamente gratificante y me siento honrado de haber trabajado con un equipo tan dedicado y apasionado.

Desde el inicio, nuestro objetivo fue crear un espacio que no solo sirviera como un club social, sino que también ofreciera una experiencia única para cada uno de sus miembros. La magnitud y el diseño del proyecto, reflejan este compromiso. El Club de la Unión está ubicado en el Km 5 de la vía Samborondón, en un terreno de 20,000 metros cuadrados, con una sede que alcanzará los 7,000 metros cuadrados de construcción. Cada rincón ha sido meticulosamente planificado para ofrecer funcionalidad y elegancia.

Uno de los aspectos más destacados del diseño, es la integración de terrazas y áreas exteriores que permiten disfrutar de vistas impresionantes del río Babahoyo y el entorno natural. En las terrazas, hemos incorporado un diseño rústico pero elegante, con mesas que permiten a las familias disfrutar de su tiempo al aire libre. Estas terrazas están diseñadas, decoradas con faroles y vegetación que realzan el ambiente.

Al diseño interior del club se le ha prestado especial atención a la volumetría y la distribución de los espacios para asegurar que cada área, ya sea el gimnasio, el spa o los salones privados, tenga su propio carácter y funcionalidad. Las paredes están adornadas con murales de Velarde, que añaden un toque cultural y artístico al ambiente. Cada sala, desde los espacios de eventos más grandes, hasta las áreas más íntimas para reuniones privadas, ha sido diseñada para mantener la esencia y el estilo del club, mientras se adapta a las necesidades modernas. El club también cuenta con una notable colección de arte, incluyendo cuadros y esculturas, que reflejan el patrimonio cultural que posee el club.

Uno de los elementos arquitectónicos más impresionantes del club, son las escaleras principales, que actúan como el punto focal del edificio. Esta escalera ha sido diseñada, no sólo como un elemento funcional, sino también como una pieza central de arte. La escalera cuenta con barandillas de acero inoxidable pulido y escalones de mármol blanco, que contrastan elegantemente con las paredes revestidas de paneles de madera oscura. La iluminación empotrada, realza su diseño contemporáneo, creando un ambiente acogedor y sofisticado. Cada paso de la escalera está meticulosamente calculado para ofrecer una transición suave entre los niveles del club, haciendo que el movimiento entre espacios, sea tanto elegante, como cómodo. Esta escalera está inspirada en la esencia del club tradicional, al igual que el piso de parquet en el salón principal de eventos, que complementa la elegancia general del diseño.

El Club de la Unión también ofrece una serie de comodidades de primer nivel, incluyendo espaciosos y sobrios salones para eventos, un business center, comedores, una cafetería exterior, un bar inglés, una biblioteca con áreas de lectura, salas de juego, y una glorieta frente al río. Además, contará con un gimnasio completamente equipado, un spa con sauna y vapor, una peluquería, y un rooftop que sirve como el corazón vibrante del club, ideal para eventos y celebraciones. Este espacio juvenil y moderno, está separado del resto del club para garantizar privacidad y exclusividad, con puertas automáticas que permiten disfrutar del ambiente interior y exterior al mismo tiempo.

Un elemento clave en el diseño, ha sido la integración de elementos prácticos y estéticos. Desde la cocina, que cuenta con instalaciones de última generación, hasta los sistemas de seguridad y distribución que aseguran el funcionamiento eficiente del club, cada detalle ha sido cuidadosamente pensado. Los espacios están conectados de manera fluida, permitiendo un flujo continuo y cómodo para los visitantes y el personal.

El Club de la Unión, no solo representa un hito en mi carrera como arquitecto, sino también un espacio que promete ser un punto de encuentro social significativo en Guayaquil. Ha sido un honor trabajar en este proyecto, y estoy ansioso por ver cómo el club se convierte en un lugar querido y frecuentado por todos. Este proyecto no solo ha sido una oportunidad para aplicar mi experiencia en diseño y construcción, sino también para colaborar con un equipo que comparte la misma pasión por la arquitectura y el buen gusto. Estoy emocionado de ver cómo el Club de la Unión se convierte en un símbolo de excelencia y estilo, y espero que sus visitantes disfruten de cada rincón tanto como yo he disfrutado creándolo.